El tío del Che Guevara en la Guerra Civil Española. Cayetano Córdova Iturburu. Por Diego Cano.

La Guerra Civil Española sigue teniendo hasta hoy imbricación, trascendencia e importancia en la Argentina. Quizás un ejemplo que pareciera paradigmático es el de Cayetano Córdova Iturburu. Córdova Iturburu es un personaje hoy bastante desconocido pero muy relevante en toda la cultura argentina de siglo XX, escritor y poeta vanguardista, vinculado a la Revista Martín Fierro, militante del Partido Comunista, dirige junto Raúl González Tuñón la revista Contra, irá a España como escritor durante la Guerra Civil Española, lo expulsarán del Partido comunista en 1948 por defender la autonomía del arte frente al partido y será un importante crítico del arte argentino del siglo XX.

Ernesto Guevara (el Che) fue sobrino de Córdova Iturburu quien era su tío político casado con Carmen de la Serna hermana de Celia de la Serna madre del Che. Aunque hay que destacar que no era un tío más. Como señala el padre del Che en el libro Mi hijo el Che, Carmen de la Serna asumió la crianza de sus hermanos (incluida Celia la madre del Che) ya que sus padreas murieron cuando ellos eran muy jóvenes. Carmen se casa en 1928 con Cayetano Córdova Iturburu y en la casa de la familia de la madre del Che Guevara se reunían permanentemente escritores, poetas y artistas para debatir (Guevara, 113). Un tertulia que formó a la madre del Ernesto Che Guevara y que tendrá una fuerte y evidente influencia sobre el Che. Es interesante señalar que Ernesto Guevara tuvo una relación muy cercana a su prima “la negrita” Córdova Iturburu llegando a ser insinuado por ella fuimos un poco más que amigos [..] y hubo una espacie de idilio de amor” (O´Donnell, 34). También destacó su prima su admiración a que Guevara se sabía de memoria los Veinte poemas y una canción desesperada de Pablo Neruda. Según Jon Lee Anderson, biógrafo del Che Guevara. Carmen de la Serna y sus tres hijos se trasladaron a vivir a la casa de los Guevara Lynch durante la estancia de Córdova Iturburu en España y durante esa estancia en Alta Gracia de los cinco meses que Cayetano Córdova Iturburu estuvo en España se leían sus cartas sobre el desarrollo de la Guerra Civil en voz alta frente a toda la familia (Anderson, 34; y Castañeda 33; ambos biógrafos entrevistaron a Carmen de la Serna de dónde surge esta información. También lo confirma el padre del Che Guevara quien dice que la estancia en España fue de un año, Guevara, 187). Además el padre del Che Guevara será uno de los fundadores del Comité de ayuda a la República del pueblo de Alta Gracia en la Provincia de Córdoba. Entre los amigos del Che Guevara de juventud también se contaban hijos de exiliados españoles del lado republicano. Entre ellos destacan los hijos de Juan González Aguilar (médico amigo de Manuel Azaña y cercano al gobierno de Negrín, que termino exiliándose en la Argentina) Paco, Juan y Pepe quienes irán al mismo colegio que el Che Guevara y caminarán durante un año juntos los 35 kilómetros que separaban la casa de Alta Gracia del Liceo Dean Funes. Una anécdota que recoge sus biógrafos (O´Donnell y Anderson) señalan que uno de sus perros el Che Guevara llego a nómbrala Negrina en honor a Negrín presidente de la República Española. Este de una clara intervención cultural de fuerte clima político serán claves en la formación y lecturas de su juventud que tanto han sido resaltadas por todos los biógrafos de Guevara (llama la atención la ausencia de mención a Córdova Iturburu en la biografía de Paco Ignacio Taibo II). Según Anderson, el padre del Che Guevara se hizo muy amigo del General Enrique Jurado quien había tenido una destacada participación en la batallas de Guadalajara y Brunete y que se había exiliado en Alta Gracia entre los años 1940 y 1943. El padre del Che Guevara llega afirmar que en su habitación el Che tenía “un gran mapa de España” donde seguía pinchando banderitas los avances de la guerra. Y también, gracias a los envíos de España, conocieron la poesía de Rafael Alberti a través de la revista Mono Azul (Guevara, 186/187). Es conocida por todos los familiarizados con la biografía del Che Guevara su devoción por la poesía, este ambiente juvenil claramente significa una influencia determinante en esos gustos. Otro ejemplo determinante de la influencia de Córdova Iturburu fue la participación del Che Guevara en algunas tertulias en su casa donde por ejemplo conoció a Ernesto Sábato con quien se cartearía después de la revolución cubana de 1959 (Guevara, 220).

El espíritu de defensa activa en la Guerra Civil Española se vivió en la casa de los Guevara Lynch desde la primera hora y la figura de Cayetano Córdova Iturburu fue la clave de esa influencia.

Cómo intelectual vinculado a las vanguardias y militante activo del Partido Comunista Argentino Córdova Iturburu fue enviado a España a participar y observar los desarrollos de la Guerra Civil. Formalmente fue en representación de la AIAPE, movimiento de intelectuales antifascistas, organización vinculada al Partido Comunista.

Antes había escrito un libro de poemas que fue ganador del premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires del año 1926. Escribió en el diario La Nación, el diario Crítica, la Gaceta Literaria, formó parte de las revistas Martín Fierro, Contra. En esta última revista entabla una discusión con Jorge Luis Borges quien había dado una respuesta en el número anterior de la revista a una pregunta de respecto de si el arte debe estar al servicio del problema social, por lo menos, que por lo menos resultaba ambigua. Borges con su clásico humor ácido como forma de presentar la polémica, planteo: “hablar del arte social es como hablar de geometría vegetariana o de artillería liberal o de repostería endecasílaba”. La respuesta de Córdova Iturburu no se hizo esperar y en el numero siguiente afirma: le hicieron una pregunta de buena fe, de buena fe honradamente debió contestarles. La respuesta de Borge no debió ser publicada. Es una burla y una disminución intencionada del problema.[…] Mírese el mundo con ojos de hombre o con ojos de artista, la imparcialidad no es posible. La necesidad de tomar partido es inevitable. Se está con la revolución o se está contra ella. El arte-purismo es una de las formas de la reacción, del espíritu contrarevolucionario”. Estas afirmaciones tan contundentes, contrarían su posición vanguardista de autonomía del arte anteriores y sobre las que volverá en polémica con Ghioldi en 1948 por las que será expulsado del PCA.

Participó activamente también, siendo figura clave de toda la época, en todo el movimiento vanguardista de los años veinte muy relacionado al grupo denominado Florida, dónde se priorizaba el arte por el arte. Escribió libros de poemas y participó activamente en la Revista Martin Fierro (a quienes les dedicó un libro en los años sesenta: La revolución martinfierrista).

Pero vayamos a nuestro asunto: la Guerra Civil Española. Córdova Iturburu participó con una ponencia en el II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas de 1937 en Valencia, dónde intelectuales de renombre de todo el mundo mostraron su apoyo activo a la Republica. De Argentina participaron además de él Raúl González Tuñón (quien dirigía la revista Contra donde escribía Córdova Iturburu) y el también hoy desconocido e importante ensayista Pablo Rojas Paz, amigo de Federico García Lorca. El congreso organizado por el Partido Comunista intentaba mostrar al mundo el apoyo de la intelectualidad mundial a la causa republicana, produciendo un gran impacto. Entre otros intelectuales participaron José Bergamín (España), Nicolás Guillen (Cuba), César Vallejo (Perú), André Maulraux (Francia), Antonio Machado (España), Pablo Neruda (Chile), Carlos Pellicer (México), Alejo Carpentier (Cuba), Octavio Paz (México), Ramón Sender (España), entre otros.

Córdova Iturburu permaneció seis meses y “aprovechó para dar sentido concreto a la idea de que ser fascista era ser por definición, enemigo de la cultura, mientras que la misión del antifascista era defenderla” (Jesús Cano Reyes, 385). En España conoció a Modesto, Líster, Galán, “El Campesino”, y el general Miaja, también a dirigentes comunistas, La Pasionaria, José Díaz, Jesús Hernández.

En la exposición en ese Congreso habló de un comandante en la batalla de Guadalajara que había sido pintor , artista, en una trinchera de Jarama, Ciril Camilovich le mostró sus libros de poesía de Heine y Verhaeren, el poeta Mila Jorancic escribía su libro El niño que prepara su muerte; y la defensa de España y su cultura por parte de la República representada en la patrona artística de Madrid cubierta de sacos protegiéndola contra los bombardeos.

Desde España envió artículos para ser publicados en el diario crítica, La Nueva España y Córdoba.

Su libro España bajo el comando del pueblo (imagen adjunta) aclara muy bien de entrada: No es un libro de literatura, era su libro testimonial sobre lo que había visto y oído y sus impresiones sobre la guerra. Era un libro que “aspira a ser un alegato”. Y afirma: “He creído que mi deber consistía en recoger un panorama estricto para ofrecerlo a mis compatriotas en prueba de la justica de la causa de España y en testimonio de la grandeza de su sacrificio: No sé si lo he logrado. Seguramente no lo he logrado. No se me escapan las debilidades y las omisiones de este libro incompleto”. Las sinceridad y aparente modestia, retratan al personaje por entero e incentivan la lectura del libro. Resalta en la introducción la unidad, línea promovida por el Partido Comunista, aunque llama la atención las elogiosas palabras hacia la CNT anarquista. Nombra a varios argentinos participantes en la contienda y que se encontró durante el viaje: el cordobés Ortiz, Carlos Elguer, comisario de las brigadas internacionales, Ángel Ortelli, Armando Cantoni, José Manzanelli, Onofrio, Mayorga, capitán de frontera y el doctor Berman. El libro relata con artículos cortos su peripecia del viaje, y destaca los puntos nodales políticos de discusión de los que tuvo conocimiento. Insiste con la necesidad de la unidad, la formación de un Ejército Popular, aunque destaca la posición de los anarquista de la FAI que reclamaban su representación en esa conducción única. También destaca de manera crítica la sobreabundancia de provisiones de las Brigadas Internacionales en relación a otras fuerzas militares e incluso frente a la población civil. Destaca el valor moral de la República en esta lucha y la imposibilidad de crear una moral por parte del fascismo. Describe también su horror al enterarse de las bombas que dejaron caer sobre el Museo del Prado el bando llamado nacional en sus bombardeos de Madrid. Destaca también las tareas de salvación del arte del Prado por la Comitiva formada por el gobierno de la República. Aunque no sólo parece haber estado en las capitales. También describe la vida en trincheras y “ese olor de los cadáveres dulzón y pegajoso que las ráfagas de tibio viento primaveral echa sobre la trinchera, lo impregna todo”. Describe las brigadas formadas por el Partido Comunista de “stajanovismo”: producir mucho y bien para la guerra. Destaca también la fuerza del apoyo militar soviético en el enfrentamiento con las armas cedidas a Franco por la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. Preocupado por la educación del Ejército Popular se pregunta Córdova Iturburu por la lectura de los soldados. Se entra que una impresión de 5000 ejemplares de Romancero gitano de Federico García Lorca se acaba inmediatamente. Dedica también a una clara preocupación del autor un apartado de los avances en la reforma agraria durante el gobierno del Frente Popular. Sus comentarios no sólo refieren a intelectuales, argentinos y alabanzas a las brigadas internacionales y la URSS, también destaca en varias oportunidades el papel de México en la ayuda a la república y de varios combatientes mexicanos participantes directos del Ejército Popular como por ejemplo Juan B, Gómez guerrillero de los frentes de Extremadura y Andalucía. Destaca la participación y trágica muerte de Gerda Taro, fotógrafa muy reconocida que murió pisada por tanque republicana en un accidente. Finalmente cierra el libro destacan el lugar de la revista de los intelectuales Mono Azul y el haber visto desfilar a soldados con fusiles y flores en sus cañones que seguramente inspiró el poema que adjuntamos abajo.

Un libro escrito al calor de la guerra, desde una posición política evidentemente favorable a la política del Partido Comunista pero que no ahorra dudas y comentarios críticos ni abandona su tono intelectual que lo caracteriza, aunque su eje es de evidente alabanza y de carácter propagandístico del Frente Popular.

La trayectoria de Cayetano Itiruburu continua a su vuelta a la Argentina siempre vinculada al arte escribiendo un guión el guion del filme Ponchos azules estrenada en 1942.

En 1948 es expulsado del Partido Comunista Argentino por su defensa del modernismo donde el Partido en una posición bastante dogmática de ese momento respecto del realismo caracterizo a las vanguardias de esteticistas, deshumanizadas, elitistas y decadentes. Como señalan Tarcus y Longoni, la expulsión de Cayetano Córdova Iturburu causo una fuerte repercusión en el mundo del arte de este momento.

Su trabajo en el campo del arte continuo, con numerosos libros sobre el arte argentino. Realizó importantes aportes bibliográficos: "Cómo ver un cuadro", "La Pintura Argentina del Siglo XX", ensayos sobre importantes artistas como Lino Eneas Spilimbergo, Victorica y Emilio Pettoruti. Y hacia 1950 crea la Asociación Argentina de Críticos de Arte, junto a Basilio Uribe, Guillermo de Torre, Julio Llinás, Vicente Caride, Romualdo Brughetti, Sigwart Blum y Osvaldo Svanascini.

Esta síntesis de un intelectual de la talla de Cayetano Córdova Iturburu muestra un vaso comunicante concreto de transmisión de ideas culturales y actitudes militantes que atravesaron el océano atlántico y da una real dimensión de la significativa influencia de la Guerra Civil Española en la Argentina. Más que evidente en este caso la influencia de Córdova Iurburu tuvo sobre su cuñada Celia de la Cerna y su hijo Ernesto Che Guevara. Aunque sea una obviedad, por tan obvia hay que reafirmarlo, ese legado de la Guerra Civil jugo un papel relevante en las posiciones culturales y políticas del Che Guevara que significó mediante su papel en la revolución cubana y su estrategia revolucionaria para América Latina una figura clave hasta hoy que toman su ideario desde un variado tipo de fuerzas políticas que promulgan cambios en la sociedad argentina y latinoamericana. La Guerra Civil Española sigue repercutiendo en una variada forma de ecos sobre nuestros días, el rescate de esos nudos todavía sigue siendo una tarea en construcción.

Para cerrar un poema de Cayetano Córdova Iturburu que seguro les va a gustar:

FLORES EN LOS FUSILES

¿Oyó silbar usted una granada?

¿Vio entre los niños el obús del crimen?

¿Calles anduvo de ceniza y polvo?

Pero ellos llevan flores en los fusiles.

¿Escuchó las sirenas del espanto?

¿Vio de rodillas algún pueblo triste

llorar un llanto que atraviesa el tiempo?

Pero ellos llevan flores en los fusiles.

¿Vio hendidos techos, mutilada estatua,

alcoba desventrada y las raíces

de un árbol insultando al cielo impávido?

Pero ellos llevan flores en los fusiles.

¿Oyó el redoble en el espacio tenso

del avión que la mujer maldice

con ojos secos de contar sus muertos?

Pero ellos llevan flores en los fusiles.

¿Sintió el hedor pringoso de los muertos

en sus ropas pegarse y sus narices

para no abandonarlo hasta la muerte?

Pero ellos llevan flores en los fusiles.

¿Vio el esqueleto de una aldea, vio

la pierna de la mujer hasta la ingle

a cien metros del yeso de su vientre?

Pero ellos llevan flores en los fusiles.

¿Vio reír a la muerte a carcajadas,

a carcajadas en la mueca horrible

de una cara sin boca que se pudre?

Pero ellos llevan flores en los fusiles.

El tambor imperioso los martilla,

ondea al viento la bandera triste

y un verano de muerte los corona.

Pero ellos llevan flores en los fusiles.

Bibliografía:

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