El movimiento español y el criterio católico. Gustavo J. Franceschi. Editorial Difusión. 1937. Un panfleto de agitación y propaganda escrito a la vuelta de su entrevista en España con Franco.

Monseñor Franceschi fue un activo propagandista del apoyo a Franco en Argentina.
Desde la revista Criterio que él dirigía y desde diferentes publicaciones de propaganda y agitación.
Como señala Mónica Quijada en su libro Aires de República, aires de cruzada : “Una institución muy activa en favor de la causa franquista fue la Iglesia Católica. Después de cincuenta años liberales en que la Iglesia argentina había experimentado una considerable merma de su poder, los nuevos aires integristas de la década de los treinta trajeron como consecuencia un incremento de su gravitación (29).
“Gustavo J. Franceschi fue un ferviente defensor de Franco y Mussolini” (30).
Franceschi llevó directamente a Franco una donación desde Argentina de 600.000 pesetas por lo que Franco dijo: “ese rasgo de verdadera fraternidad católica que nos conmueve a todos”. 180.
Ya habíamos visto que la Editorial difusión se encargaba de la publicación de todo tipo de propaganda a favor de Franco. Público La persecución religiosa en España escrito por Joan Esterlich a pedido de Francesc Cambó con prólogo de Paul Claudel para forzar a la toma de posición rápida por parte de Roma a favor de Franco.
Veamos los puntos centrales de este panfleto. De entrada destaca la importancia de la gravitación de la Guerra Civil española en la Argentina y el conflicto dentro de los propios fieles que podían escuchar argumentos diferentes a los de él como el propio Maritain. Reconoce el talento y fuerza de voluntad del Duce pero desecha a los que lo atacan de fascista significando eso un cambio en sus ideas.
Franco sería un remedio temporal más parecido a Oliveira Zalazar de Portugal que al Duce o Hitler.
Conoce la buena fe de Maritain pero su posición práctica frente a España es errónea y cita el proverbio latino: “amigo es Platón, pero más amiga aún es la verdad”. Quienes apoyan a la República por la legalidad confunden legalidad con justicia. Por eso afirma que para obedecer a la justicia es necesario desobedecer a la ley (recordemos qué argumentos similares fueron dados por Matienzo frente al golpe del ‘30) pero Franceschi lo funda en Santo Tomás. Y afirma: “nosotros los católicos hemos de ser enemigos de la tiranía, o sea de la explotación de la sociedad en beneficio de unos pocos”. Cuestiona la llegada de la Segunda República por elecciones municipales. Y afirma que las elecciones de 1936 “son unas de las mayores vergüenzas” y cita Rousseau para justiciar quitar al Frente Popular por ser un gobierno “había apoderado del gobierno por la fuerza, no queriéndolo los súbditos.”
Afirma: “Encaramado al poder el Frente Popular se desató en violencias sin cuento.” Cita a “las Nelkens”: “se alumbraría al mundo con una hoguera como todavía no se la había visto.”
“Conclusión irrefutable: el gobierno del Frente Popular, nacido de una violencia consistente en la falsificación de la VOLUNTAD GENERAL y por tanto tiránico en su creación, fue igualmente tiránico en él EJERCICIO DEL PODER.”
Había que optar entre dos revoluciones la bolchevique y la nacionalista.
Las citas al discurso del 1 de octubre de Franco como justificativa son extensas, no las reproduciremos aquí.
Dice: “no cabe duda de qué hay un concepto jerárquico que da semejanza al gobierno de Franco con los de Alemania e Italia”, su diferencia es que no se postula como permanente (es evidente que la historia misma ha desmontado este argumento falso). Su preocupación está también en separar del concepto de totalitario. Y cita la audiencia que tuvo con Franco: “queremos crear un nuevo Estado español, que sea la expresión de la tradición, de la raza, de las aspiraciones de España.”
A lo que denomina acusaciones de terror blanco sólo responde con la lista del “terror rojo”.
El problema vasco de participación de los separatistas “del lado rojo” le genera un problema. “El pueblo español y muy espacialmente el vasco, maldecirán con el andar del tiempo a quienes de este modo han hecho derramar sangre y despedazado su territorio y su raza.”
Concluye debatiendo con Maritain:” sólo Dios tiene la ciencia de quién vencerá en la contienda, pero el mismo apasionamiento con se sigue esta guerra demuestra que en ella no se ventila tan sólo el futuro régimen de un país de veinte y cuatro millones de habitantes colocados en un extremo de Europa, sino en realidad se juega allí el porvenir de la cultura europea.”
Las características de panfleto de agitación están en refutar argumentos falsos, no probados, recubrirlos de “razón”, para consolidar una visión y un apoyo entre los seguidores de su causa o los que pueden dudar frente a los argumentos enfrentados.
Lo llamativo es que aún hoy con numerosos trabajos de historiadores que han refutado casi todos estos pseudo argumentos se sigan repitiendo.